Esta es una pregunta que paradójicamente tiene una voluminosa contraparte: «no existe un candado 100% seguro». Quien esté dispuesto a violar un candado invariablemente encontrará la manera de hacerlo, por más elementos de seguridad que este incluya.
Por lo tanto, partiendo de esa premisa, es posible no obstante elegir un candado que ofrezca la mayor dificultad para el ataque o la manipulación por parte de un intruso. Hay muchos candados disponibles que cumplen ese fin y este artículo apunta a lo que debemos conocer para efectuar una buena elección.
El nivel general de seguridad que proporciona un candado depende de la calidad y las características de cada uno de los componentes y de cómo funcionan en conjunto, así que una vez que aprendimos los detalles básicos de un candado y cuáles son los tipos principales que encontraremos en el comercio, ahora será útil detenernos en las particularidades a considerar.
1. ¿Cómo podemos saber el nivel de seguridad que ofrece un candado?
Aunque muchos fabricantes ofrecen una guía de «clasificación de seguridad» para sus candados de uso general, no existe un estándar industrial, por lo que esas calificaciones son más bien arbitrarias.
Sin embargo, cuando se trata de candados de mayor seguridad como los aceptados en las pólizas de seguros, hay algunas clasificaciones confiables de estándares de la industria que ofrecen una buena guía para el nivel de seguridad de un candado. Una de esas clasificaciones es la norma europea «CEN».
Esta norma clasifica los candados en seis grados de seguridad (donde el grado 1 es el menos seguro y el 6 el de máxima seguridad) según criterios de resistencia a la corrosión y ante el ataque con un taladro o una sierra, al corte del aro y a la apertura con una ganzúa. Esta clasificación permite al usuario la elección del candado más adecuado para sus necesidades y el nivel de seguridad requerido.
2. ¿Qué consideraciones deben tenerse en cuenta para el cuerpo del candado?
a) Tamaño
Muchas veces, el tamaño del cuerpo que vamos a necesitar está determinado por el uso que le daremos al candado. Obviamente, no emplearemos un candado de alta seguridad para nuestra valija, como tampoco usaremos un endeble candado de equipaje para asegurar el portón del garaje donde guardamos nuestro vehículo, por ejemplo.
Entonces, la primera consideración es que el tamaño que elijamos debe ser adecuado para la aplicación correspondiente. Dependiendo de la forma del cuerpo, el comercio dispone de tamaños que van de los 15 mm a los 90 mm.
b) Forma
Los candados se dividen en varias categorías de formas de cuerpo, que dependen fundamentalmente de la disposición del aro. Las formas más vendidas son:
- Convencional con aro en «U»: es de lejos la forma más común, aunque la más vulnerable. Tiene una amplia gama de aplicaciones, desde las de baja seguridad como cerrar nuestra caja de herramientas, hasta usos de alta seguridad como asegurar portones de talleres o proteger motocicletas.
- Redonda o de tipo disco y con aro pequeño en semicírculo: con su estructura reforzada, resistente a golpes de martillo y ganzúa, esta forma es ideal para asegurar persianas metálicas, rejas, portones y cadenas.
- Horizontal, con aro recto o forma acorazada: precisamente la disposición del aro (que por ser recto se denomina «perno») resiste los intentos de apertura forzada mediante palanca, por eso se usan generalmente para asegurar las persianas enrollables externas (o internas) instaladas en los frentes de los negocios. También son populares para usar en los postes de estacionamiento y con cadenas de seguridad para motocicletas.
c) Material de construcción
El propósito del cuerpo del candado es proteger el mecanismo interno de traba contra los ataques, para lo cual debe contar con cavidades para dar cabida al cilindro y el mecanismo de traba, junto con canales para alojar el aro cuando está cerrado.
Las principales opciones de material de cuerpo disponibles son:
- Hierro: los candados con cuerpo de hierro son los más económicos y más vulnerables a los golpes y al corte, por lo que solo se recomiendan para aplicaciones donde la alta seguridad no es un factor importante.
- Bronce macizo: el bronce es un metal relativamente blando, por lo que su fabricación es rápida, sencilla de mecanizar, y por ende los precios para el usuario final son bajos. Desde el punto de vista de la seguridad, son resistentes a los golpes, cortes y al uso de ganzúas, pero susceptibles al ataque con un taladro. Los candados más baratos con cuerpo de bronce tienden a tener esquinas afiladas que pueden rayar fácilmente las superficies que tocan y pueden ser incómodas de manejar, mientras que las unidades más costosas normalmente presentan bordes más suaves, redondeados o biselados. Todos los candados con cuerpo de bronce son muy resistentes a la corrosión.
- Acero laminado: el cuerpo está construido de varias placas delgadas de acero previamente perforadas que se remachan entre sí para formar el bloque del cuerpo. Estos candados también son económicos dado el bajo costo de fabricación. Como las cabezas de los remaches quedan expuestas, generalmente cuentan con un protector plástico alrededor de la base para que el manejo sea más cómodo. Son resistentes al robo y a la intemperie.
- Acero macizo: es un material más duro que el bronce, por lo que la operación de mecanizado lleva mucho más tiempo y eso encarece los costos. Sin embargo, los candados con cuerpo de acero macizo son los más robustos y, por lo general, llevan un proceso de endurecimiento para dificultar y retardar el ataque del mecanismo de traba con un taladro. También llevan un tratamiento de superficie especial para protegerlos contra la oxidación.
3) ¿Qué consideraciones deben tenerse en cuenta para el aro del candado?
El aro del candado es un elemento clave y un punto obvio de ataque, ya sea con una sierra, un alicate, una cizalla para pernos u otra herramienta adecuada. Los candados de buena calidad cuentan con un mecanismo de doble traba que describiremos más abajo, junto con otros detalles que debemos considerar.
a) ¿Aro corto o largo?
Si bien un aro largo puede ser esencial en el caso en que deba pasar a través de muchos orificios, o bien cuando existe una gran distancia entre ambos orificios por los que pasará el aro, hay que tener muy presente que cuanto más largo es el aro, más vulnerable será al ataque con herramientas de corte.
Por lo tanto, a menos que se trate de una situación como la descrita, siempre elijamos candados de aro corto. Algunos fabricantes ofrecen candados de aro ultra-corto, o incluso candados con coraza, en los que el cuerpo se extiende y envuelve el aro, protegiéndolo contra el corte.
No obstante, este diseño reduce el área de aplicación del aro, por lo que es recomendable verificar las dimensiones del lugar donde será instalado antes de decidirnos por la compra de este tipo de candados.
b) ¿Qué material, tamaño y forma de aro elegir?
Como regla general para el tamaño del aro, podemos considerar lo siguiente:
- Un aro de hasta 7 mm de diámetro es de baja seguridad
- Un aro entre 7 y 9 mm de diámetro ofrece seguridad intermedia
- Un aro de 10 mm o más se considera de alta seguridad.
Pero esto no es todo; el material y la forma del aro también cuentan. En candados de marcas baratas o sin marca, el aro probablemente es de bronce o acero dulce niquelado. Estos materiales son muy fáciles de cortar o incluso de romper con un simple golpe de martillo y ofrecen una seguridad muy baja.
Los candados de marcas reconocidas incorporan aros de mayor calidad, aunque todavía hay algunas variaciones a tener en cuenta.
Candado – Material del aro
Forma del aro: el aro típico tiene una sección transversal redonda. Sin embargo, algunos fabricantes se han inclinado hacia el uso de aros de sección hexagonal, que ofrecen una mejor protección contra el ataque con cizallas para pernos.
c) ¿Qué tipo de traba existe entre el aro y el cuerpo del candado?
Esta es una característica clave para determinar la seguridad de los candados típicos que portan un aro en forma de «U». Normalmente, los aros en «U» de los candados están asegurados al cuerpo de tres maneras, como indica la siguiente figura:
- Empernado simple: el aro presenta una sola muesca en forma de cuña.
- Empernado doble: el aro contiene dos muescas en forma de cuña.
- Rodamiento de bolilla doble: el aro contiene dos o más muescas redondeadas. Este sistema también se conoce como doble traba a bolilla, cuyo esquema interno se muestra a continuación.
El empernado simple se encuentra generalmente en los candados económicos y/o los modelos más pequeños. El empernado doble es típico de candados de mejor calidad, mientras que el rodamiento de bolilla doble es usual en los candados de buena calidad y en todos los de alta seguridad de cualquier estándar razonable.
¿Por qué el rodamiento de bolilla doble es mucho más seguro?
La mayoría de los candados se abren cuando se corta el aro con una cizalla para pernos. Sin embargo, si el candado tiene empernado doble, aun cuando se corte, ambos lados del aro permanecerán trabados. Y si tiene un sistema de doble traba a bolilla, significa que aun cuando se corte, el aro no puede girar.
Por lo tanto, los candados provistos de doble traba a bolilla, si se cortan una vez permanecen bloqueados; deberán cortarse nuevamente para crear un espacio lo suficientemente grande como para extraerlos de la puerta, cadena o cerrojo que están asegurando, por lo que esto dificulta mucho más su manipulación.
Existen modelos de candados doble traba a bolilla elaborados de acero inoxidable para ofrecer mayor seguridad. Gracias a que el material no puede romperse ni deformarse, el dispositivo en mas resistente a golpes y ofrece una seguridad superior. Por otro lado, cuentan con un mecanismo que solo permite extraer la llave cuando el candado está bien cerrado, lo que evita el extravío de la misma.
4) ¿Qué consideraciones deben tenerse en cuenta para el cilindro?
Los elementos fundamentales del cilindro son: los pernos o pines de combinación, los resortes y el diseño del canal donde se introduce la llave (ver la figura de abajo). El número de pines combinado con el número de longitudes diferentes de pines que efectúan los fabricantes y el patrón del canal, es decir, donde encajan las ranuras y/o crestas a lo largo de la longitud de la llave, determinará el número de combinaciones posibles.
a) ¿Cuántos pines debe tener el cilindro de un candado seguro?
Es evidente que cuanto mayor sea el número de pines, mayor será el número de combinaciones posibles para abrir el cilindro, ofreciendo mayor seguridad. Un cilindro de buena calidad puede ofrecer unas 3000 combinaciones posibles.
Para comprender qué significa esto, imaginemos que si adquirimos dos candados del mismo tipo seleccionados al azar, las posibilidades de que la llave de un candado pueda abrir el otro candado son de 3000:1. Sin embargo, este ideal no se cumple, ya que por razones prácticas la mayoría de los fabricantes restringe la fabricación de cilindros a lotes de no más de 2000 unidades.
Los candados que encontraremos en el comercio ofrecen entre 3 y 16 pines. Mientras debemos dejar los candados de 3 pines solo para asegurar equipaje o los lockers de nuestro gimnasio favorito, se considera que un cilindro de buena calidad que contenga entre 4 y 6 pines es adecuado para aplicaciones que exigen seguridad de intermedia a alta.
b) ¿Qué son los candados «diferentes», «hermanados» y «maestrados»?
Tal como expresamos más arriba, cuando un fabricante produce un lote de varios miles de candados, puede disponer, por ejemplo, 10 candados con la combinación de llave 1, otros 10 con la combinación de llave 2, etc. Cuando todos los candados están terminados, se mezclan y luego se empaquetan al azar en envases de 50, 100, etc., y se envían al punto de venta.
Por lo tanto, cuando adquirimos un par de candados en un comercio, estaremos comprando candados de «combinación diferente», o simplemente «candados diferentes«, es decir, existe una posibilidad aleatoria de que nos llevemos a casa dos candados que puedan abrirse con la misma llave. Eso nos ofrece practicidad y seguridad en nuestro hogar, negocio u oficina.
Pero ahora pensemos en el siguiente ejemplo de situación: somos administradores de una oficina que tiene 50 escritorios para su personal. De hecho, puede ser muy complicado manejar 50 llaves diferentes, por lo que debe existir una solución más práctica.
Ahí es donde entran en juego los candados de «combinación igualada» (o bien «candados hermanados» o «combinados») y los candados de «combinación maestrada» (o «candados maestrados» o «amaestrados»).
Si nos decidimos por adquirir un juego de candados hermanados, todos los candados del juego incluirán su propia llave, pero todas las llaves tendrán la misma combinación, es decir, la llave de cualquier candado de ese juego abrirá todos los demás candados del juego, independientemente del número de candados que tenga el juego.
Básicamente, eso significa que solo tendremos una llave para administrar, lo cual es excelente desde el punto de vista práctico, pero no lo ideal en términos de seguridad, ya que una llave sirve para todos los candados.
Si lo que buscamos es seguridad además de practicidad, entonces debemos adquirir un juego de candados maestrados. Cada candado tiene su propia llave con una combinación propia, por lo que la llave de cada candado solo abrirá ese candado y no abrirá ningún otro del juego, independientemente del número de candados que tenga el juego.
Sin embargo, se proporciona una «llave maestra» que abrirá cualquier candado del juego. Por lo tanto, nunca nos enfrentaremos a la situación de no poder abrir alguno de los candados porque alguien ha perdido la llave, ni tampoco habremos comprometido la seguridad.
5) Dos consideraciones adicionales
a) ¿Qué seguridad ofrecen los candados de combinación?
Los candados de combinación pueden eliminar la necesidad de transportar llaves o efectuar innumerables copias para las personas que las necesitan.
El mecanismo de combinación en estos candados es típicamente del tipo de rueda giratoria de 3 o 4 tambores, es decir, 3 o 4 números. Por lo tanto, son relativamente fáciles de descifrar y por esa razón ofrecen un bajo nivel de seguridad, especialmente los de 3 tambores, que solo deberían considerarse para un mínimo nivel de seguridad.
La mayoría de los candados de combinación más modernos permiten cambiar el código de seguridad de manera rápida, sencilla y con la frecuencia que se desee. Sin embargo, no todos permiten hacerlo, o bien, exigen desarmar la mitad de la cerradura para ello.
Cuando los candados de combinación están en uso, los números en las ruedecillas tienden a volverse difíciles de leer con el tiempo, ya que el desgaste general, o simplemente la intemperie, los deteriora. Por lo tanto, no son particularmente adecuados para el uso en condiciones de poca luz o en lugares al aire libre.
b) ¿Qué candado es más seguro en ambientes extremos?
Si necesitamos un candado para usar en exteriores, tendremos que elegir uno clasificado al menos como «resistente a la intemperie«. El cuerpo de un candado de bronce no se oxida, pero si los resortes internos son de acero, entonces serán vulnerables a la oxidación.
Los candados económicos clasificados como resistentes a la intemperie son a menudo candados comunes de bronce o laminados provistos de una cubierta plástica para ofrecer un nivel de protección contra las inclemencias del tiempo, mientras que los candados especialmente diseñados para ser resistentes a la intemperie emplean materiales como acero inoxidable, bronce y bronce fosforoso.
Sin embargo, si necesitamos un candado para usar en ambientes corrosivos y salitrosos como en las cercanías del mar (por ejemplo, en viviendas playeras) o para usarlo a bordo de una embarcación, debemos buscar un candado «marino«, construido específicamente para esos entornos, con el que obtendremos mejores resultados de duración y seguridad que con uno que solo es resistente a la intemperie.
En definitiva, para resumir conceptos, la siguiente tabla brinda la orientación necesaria para elegir un candado según el nivel de seguridad que deseamos para nuestra aplicación.
Artículo fuente: https://www.demaquinasyherramientas.com/herramientas-electricas-y-accesorios/como-elegir-un-candado-que-sea-seguro